lunes, 1 de agosto de 2011

Cuerpo y emociones

En una sociedad como la nuestra, con un ritmo de vida tan acelerado, nuestro cuerpo y nuestra mente se ven alterados constantemente, produciéndonos múltiples y diferentes tipos de patologías. Estamos lejos de tener un cuerpo sano y una mente tranquila y feliz.
Nos enfrentamos a cambios constantes en nuestra sociedad, prisas, cansancio, miedos a múltiples factores sociales y laborales e incluso el materialismo, causa de la constante ansia de triunfo, produciéndose así un verdadero conflicto interno.
El desarreglo físico y emocional, nos hace muy vulnerables a los factores patógenos externos (factores climáticos, alimentos, virus o bacterias, o simplemente cansancio físico) siendo causa de las diferentes enfermedades.
Pero de igual manera estas alteraciones nos hacen también muy vulnerables a los desequilibrios emocionales, que del mismo modo nos pueden llegar a producir gran multitud de enfermedades.
Nuestras emociones están en constante relación con nuestro sistema orgánico, se puede decir que tanto órganos como emociones dependen o se estimulan entre ellos. Un “choc”, una alegría, un enfado, puede producir un cambio en las funciones orgánicas.
Hay cinco emociones básicas, que se manifiestan por la cólera, la alegría, la preocupación, la tristeza y el miedo.
Todos alguna vez hemos experimentado cambios emocionales debidos a un factor externo, por ejemplo por un exceso de cansancio que nos produce ira, o el calor que nos puede llegar a hacer reír sin motivo alguno, ha veces basta una palabra para producirnos un cambio de humor.
Estos cambios están estrechamente ligados a las funciones que manifiestan los cinco órganos: hígado, corazón, páncreas, pulmón y riñón.
El hígado engendra la cólera, el corazón la alegría, el páncreas la preocupación, el pulmón la tristeza y el riñón el miedo.
El desequilibrio físico/mental nos conduce a una serie de alteraciones de la energía orgánica de nuestro cuerpo, llegándose a producir una seria de fallos funcionales en nuestro organismo, conduciéndonos a la enfermedad, sin que esta llegue a dañar de forma fisiológica al organismo.
Pero por otro lado si la alteración física o mental perdura, la enfermedad evolucionara y la energía penetrara en el interior del órgano, llegando a dañar al organismo.
En el libro de medicina So Wen se explica de este modo:

“El hombre tiene cinco órganos, que desprenden cinco energías, que a su vez, engendran la alegría, la cólera, la reflexión (preocupación). La tristeza y el miedo” 

Es por eso, que es importante equilibrar de nuevo nuestras energías, mediante la acupuntura u otras terapias, y sobre todo hacer una reflexión sobre nuestros estados emocionales, que muchas veces achacamos a nuestra propia personalidad, traumándonos así, aún más, cuando en realidad las emociones solo dependen en la mayoría de casos de nuestro estado físico. Quizás tenemos que dejar de guiarnos por las tendencias sociales y dejarnos llevar más por los movimientos de la naturaleza. Así nuestro cuerpo estará sano y nuestra mente volverá a estar tranquila y feliz.

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