La acupuntura es un completo sistema médico, su historia se remonta varios milenios atrás, unos 3000 años a/c.
Las bases de la acupuntura son muy complejas, aún así las intentare resumir lo más didácticamente posible.
La acupuntura china se basa en estimular varios puntos del cuerpo los llamados “puntos acupunturales” con la intención de activar o restablecer las funciones fisiológicas del organismo, recuperándose así de las patologías que se padecen.
El método para restablecer las funciones o dolencias de nuestro organismo, es equilibrando nuestra energía interna, esta energía o fuerza que domina nuestras funciones (tanto las funciones orgánicas como mentales) se puede dividir básicamente en dos, el Yin y el Yang. Cuando estas energías permanecen en equilibrio la persona está sana, solo es cuando hay un desequilibrio entre estas dos energías que las funciones orgánicas se pueden ver alteradas, dando lugar a una serie de síntomas sin que el órgano en sí, este afectado. Si este desequilibrio energético perdurara el propio órgano se vería afectado, produciéndose una disfunción orgánica más grave.
El equilibrio del Yin-Yang se consigue manteniendo una serie de hábitos saludables, hoy en día muy descuidados. Tenemos que tener en cuenta la alimentación (la cual creemos mantener en muchas ocasiones una buena dieta dado que es lo que nos dicta la propaganda general), nuestros hábitos, que en muchos casos suelen ser desmesurados, el ejercicio físico, el trabajo (un exceso de trabajo produce un desgaste energético, conduciendo a un desequilibrio, que afecta al organismo de forma funcional como hemos comentado anteriormente), o incluso nuestro pensamiento.
El médico ayuda a equilibrar esta energía mediante la acupuntura y la transmisión de sus conocimientos, de modo que el cuerpo logre el equilibrio de nuevo, siendo este mismo el que logre restablecerse de la enfermedad.
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